jueves, 8 de septiembre de 2011

Grupo:29. Daniela Amaya Gonzalez


La Naturaleza, tan linda, cuando ataca no tiene compasión

Quien no ha disfrutado de un hermoso paisaje, la playa, el mar, las montañas las nubes, las estrellas, en fin, todas las cosas bellas que nos permite ver nuestra naturaleza, y es que son tantas cosas maravillosas que nos regaló Dios cuando creó el universo, que no nos alcanza la vida para disfrutar de todos los lugares de fantasía que tiene la tierra.

Me había tardado,  que dolorosa y cruel se convierte la furiosa naturaleza cuando nos ataca, no tienen compasión de nada, no le importa si es rico o pobre, feo o bonito, sino que se lleva lo primero que está por delante de ella en cuestión de segundos y lo peor es que estamos impotentes e indefensos, ante ella porque no sabemos cuando va a parar y en que momento tomará una rabieta y nos agarrará, por sorpresa.

Puede pasar desde un día cálido para que en cuestión de un abrir y cerrar de ojos caiga un chaparrón de agua bien fuerte, como si se rompiera el dique del cielo convirtiendo una simple lluvia en una gran amenaza, no sólo para un hombre, sino para toda una comunidad, puesto que las grandes concentraciones de agua se van convirtiendo en un inmenso río capaz de arrastrar las más pesadas rocas que ningún ser terrenal podría mover. 


Es desesperante sentirse atrapado sin salida ante una avalancha de tierra,un tornado, una brusca lluvia, una crecida del río capaz de superar nuestras alturas y así ahogarnos, dejarnos en la calle, sin un coroto, aunque eso es lo menos importante (pero para algunos lo es). No quiero imaginarme la angustia y la agonía de aquellas personas que quedan tapados de lodo, tierra, escombros, quienes se quedan sin oxigeno, hasta morir lentamente,una muerte que a nadie se la deseo.

Hace dos domingos observaba como los niños del equipo de fútbol de fundación menor El Vigía jugaban con el agua de Caño Blanco y se divertían de lo lindo, recordaba mis viejos tiempos cuando me bañaba con mi familia. ¡Amigos¡ que curioso, horas antes no se cuantas personas fueron arrastradas por un río que parecía que jugara con ellos de la misma forma que nosotros una vez lo hicimos con ella, son cosas de la vida,cosas que pasan donde de seguro a todos nos gustaría jugar con el agua.


La Naturaleza, tan linda, cuando ataca no tiene compasión


Quien no ha disfrutado de un hermoso paisaje todas las cosas bellas que nos permite ver nuestra naturaleza, tantas cosas maravillosas que nos regaló Dios  no nos alcanza la vida para disfrutar  los lugares de fantasíaque tiene la tierra.Que dolorosa y cruel se convierte la naturaleza cuando nos ataca, no tienen compasión se lleva lo primero que está por delante de ella y lo peor es que estamos impotentes e indefensos,  no sabemos cuándo va a parar y en qué momento tomará una rabieta por sorpresa.

Puede pasar un día cálido para que en cuestión de un abrir y cerrar de ojos caiga un chaparrón de agua bien fuerte convirtiendo una simple lluvia en una gran amenaza, para toda una comunidad, las grandes concentraciones de agua se van convirtiendo en un inmenso río capaz de arrastrar las más pesadas rocas. 


Es desesperante sentirse atrapado ante una avalancha de tierra una crecida del río capaz de ahogarnos, dejarnos en la calle .No quiero imaginarme la angustia y la agonía de aquellas personas quienes se quedan sin oxigeno, hasta morir lentamente. 


Hace dos domingos observaba como los niños del equipo de fútbol jugaban con el agua  y se divertían recordaba cuando me bañaba con mi familia. Horas antes no sé cuantas personas fueron arrastradas por un río que parecía que jugara con ellos de la misma forma que nosotros, son cosas de la vida, seguro a todos nos gustaría jugar con el agua.


Luis  Cardenas.

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